domingo, 22 de agosto de 2010

No bastan computadoras

No bastan computadoras
• Necesario que se utilicen tecnologías con fines pedagógicos en las escuelas
• Docentes deben de aprender a enseñar utilizando herramientas tecnológicas
TEXTO: SANDRA DE LOS SANTOS
El rostro de todos fue de sorpresa, o al menos de la mayoría, los desconcertó que se les pidiera abrir una cuenta en facebook, una de las redes sociales más utilizadas del momento. “Mis papás ya no me dejan utilizar el internet”, “no me van a creer que estoy haciendo tarea en facebook, profe” fue uno de los argumentos que dieron.
No acostumbro escribir en primera persona, de hecho es una de las reglas que más trabajo me cuesta que los estudiantes de periodismo cumplan, pero en este trabajo no pude evitar hacerlo, necesitaba partir de una experiencia personal como docente para hacer este texto.
El semestre escolar pasado experimente un nuevo ejercicio con los estudiantes de ciencias de la comunicación de la Universidad Salazar. Por medio de un grupo de facebook los alumnos de cuarto semestre tuvieron la oportunidad de analizar y discutir una serie de textos periodísticos con reporteros de diversos medios locales: Marco Antonio Albarado, colaborador de Universa; Raúl Rios Trujillo, jefe de información de la Universidad Autónoma de Chiapas; Janeth Solis, comunicóloga que se desempeña del Instituto Nacional de Infraestructura Educativa (INIFED); Rodrigo Ramón Aquino, editor y reportero del Periódico Noticas y Anthony Flores, jefe de información de la Voz del Sureste.
La experiencia fue bastante enriquecedora tanto para los estudiantes como los periodistas que decidieron entrarle al ejercicio y mucho más para una servidora. Todos pudieron compartir conocimientos. Los periodistas apoyaron subiendo en el nivel de análisis y discusión de los textos y enfrentarlo con la práctica diaria. Las y los jóvenes tuvieron la oportunidad de usar una red social, tan utilizada con fines nada más de entretenimiento, con otro objetivo, el educativo.
Sin haber usado las ventajas que da el internet y sus herramientas tal vez hubiera sido imposible lograr que por una semana estudiantes y periodistas de diferentes medios de comunicación, con múltiples quehaceres, pudieran discutir y analizar los textos, se sentaron de forma virtual a compartir conocimientos.
La idea no surgió de la nada, innumerables investigadores han hablado de la importancia del uso de la internet con fines educativos: Frida Díaz Barriga, Gerardo Hernández Reyes, Marco Antonio Rigo, Rosa Aurora Padilla Magaña, por citar solo algunos a nivel nacional.
Enseñar con apoyo de las tecnologías de la información
En más de una ocasión hemos sabido de algún docente que por temor de que sus estudiantes solo “copien y peguen” su trabajo de una página electrónica, optan por prohibir utilizar el internet como una herramienta de búsqueda de información e incluso llegan a solicitar que todas las tareas sean entregadas a mano.
Para Frida Díaz Barriga, doctora en pedagogía e investigadora de la Universidad Autónoma de México (UNAM) el problema del aprovechamiento de las tecnologías de información con fines educativos no podrá resolverse si no se atiende con prioridad el asunto del desarrollo y perfeccionamiento de las competencias tecnológicas docentes, poniendo el acento en la transformación de sus creencias y prácticas pedagógicas. (Barriga, Hernández y Rigo; 2009).
La propia investigadora señala que la falta de conocimiento del uso del internet con fines pedagógicos por parte de los docentes hace que está herramienta este desaprovechada como una herramienta más del proceso de aprendizaje.
Frida Díaz Barriga afirma que más allá de solo el manejo de las tecnologías por parte del docente, éste debe de aprender a enseñar significativamente a sus estudiantes con apoyo de dichas tecnologías. Es decir, que no basta con que el profesor aprenda el paquete de office o hacer una búsqueda por internet, sino que esos conocimientos le ayuden en su práctica pedagógica.
La tarea del docente al incorporar la tecnología en su práctica pedagógica no es nada fácil, el profesor debe de tener en cuenta diferentes factores como: la rápida caducidad y la incertidumbre de la información; el riesgo de sustituir conocimiento por información y lo relativo que puede llegar a ser todo lo que se encuentra en los sitios electrónicos. (Monero y Pozo, 2011).
Gerardo Hernández Rojas, profesor titular de la Facultad de Psicología de la UNAM es replantear la forma en cómo han venido ejerciendo su práctica docente para poder así incorporar las tecnologías de la información.
Los docentes tienen un gran reto puesto que muchos de ellos tienen o tuvieron que aprender a utilizar las herramientas tecnológicas después que sus propios estudiantes, pero además deben aprender a manejarlas como fines pedagógicos.
Enseñando a los maestros
Aunque la mayoría de los docentes en Chiapas saben utilizar la computadora según el Secretario de Educación del Estado, Javier Álvarez Ramos, la mayoría ignora también hacer uso de las herramientas tecnológicas con fines pedagógicos. “Lo primero es que aprendan utilizarla y en eso hemos trabajado porque para usarla con fines pedagógicos es necesario que primero sepan manejar la computadora” dijo el funcionario en una entrevista.
En Chiapas, señala Javier Álvarez Ramos, no se había trabajado en equipar a las instituciones educativas y los docentes con herramientas tecnológicas. Aún la mayoría de las instituciones educativas carecen de por lo menos una sala de computo.
En el pasado ciclo escolar se le entregó a los 936 jefes de sector y supervisores un igual número de computadoras, el requisito indispensable para otorgarlas fue que supieran manejarla.
De manera conjunta con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) la Secretaría de Educación del Estado planea entregarle a los mejores docentes de la entidad un equipo de cómputo a más tardar en el mes de noviembre. Para este programa se tienen destinados alrededor de 100 millones de pesos.
Javier Álvarez Ramos reconoció que hace falta incorporar las tecnologías de la información en el proceso de enseñanza-aprendizaje en las escuelas de Chiapas, pero aseguró que ya se está trabajando en ello capacitando a los docentes a que aprendan a utilizar la computadora.
“En los 36 centros maestros que tenemos en el estado se otorgan clases de computación a los docentes en el horario que mejor les convenga. Estamos trabajando en que aprendan a utilizar la computadora porque tenemos docentes ya grandes que han tenido que aprender sobre la marcha” apuntó el secretario de educación.
De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadistica y Geografía (INEGI), Chiapas es el estado con menor número de computadoras en los hogares así mismo con menor acceso a internet.
A nivel nacional la búsqueda de información es la razón por la que más entran al internet, sin embargo esto podría ser relativo ya que si se suman los porcentajes de la población que entra para chatear, descargar música o videos o bien ver el correo electrónico, se observará que la población sigue utilizando más este servicio con fines de entretenimiento y no de información o educación.
Para que en Chiapas el uso de las tecnologías de la información sea una realidad no solo es necesario que se invierta más en equipo de computo para las instituciones educativas, sino también en capacitación para los docentes para que incorporen las herramientas de la tecnología al proceso de enseñanza-aprendizaje. Aprender otra forma de enseñar.
Bibliografia
Díaz Barriga, Hernández y Rigo (2009). Aprender y enseñar con TIC en educación superior: contribuciones del socioconstructivismo. UNAM.
Monereo,C. y Pozo,J.I (2001). ¿En qué siglo vive la escuela? El reto de la nueva cultura educativa. Cuadernos de Pedagogia.

jueves, 22 de julio de 2010

Gilberto Gómez Maza, el “buen samaritano”


Texto: Sandra de los Santos
Caricatura: Enrique Alfaro/cortesia

Ya no tiene la fuerza física de cuando andaba en el movimiento estudiantil del 68, tampoco de cuando regresó a Chiapas y fundó el área infantil del hospital de San Cristóbal de las Casas con cunas hechizas, focos que servían para las incubadoras y tres niñas, dos con tuberculosis y una con anemia, dos enfermedades que se siguen viendo en el estado.
Tal vez tampoco tenga la fortaleza física de cuando en un debate entre cinco candidatos a la gubernatura fue el único que habló del movimiento indígena y la causa zapatista, el que dijo en voz alta “Yo solamente tengo un jefe, un único jefe y es el que está allá arriba, Dios”.
A Gilberto Gómez Maza sus capacidades físicas no lo limitan para seguir proponiendo, convocando, exigiendo, para seguir siendo ejemplo de lucha y solidaridad.
Hace unos días el pediatra de profesión, que ha curado las enfermedades de cientos de niños y muchas veces sin recibir nada a cambio, le escribió una carta pública al gobernador del estado ahí externa su preocupación porque los trasplantes de órganos en Chiapas sean una realidad, que el hospital pediátrico en Tuxtla Gutiérrez y Ciudad Salud de Tapachula sean utilizados al 100 por ciento, que los médicos sean capacitados para que se puedan hacer trasplantes en estos nosocomios.
Al doctor le cuesta platicar, le hace falta el aire, pero hace esfuerzos porque su preocupación ahora es compartir su interés porque en Chiapas la donación y trasplantes de órganos sea una realidad.
Sabe que la tarea no es fácil, pero pide que todos se unan a la petición, a sus aliados de siempre, pero también a los adversarios. El doctor no pide algo para él, sino para un estado al que hasta ahora no se ha cansado de servirle.
Tiene tiempo de no salir de su casa en donde la acompaña su familia, sus eternos aliados, un hogar que muchas veces dejó por irse a las comunidades a ejercer un oficio que para él siempre ha sido el mejor del mundo, la medicina.
Su casa es un lugar reconfortante, lleno de luz y no por las paredes blancas y las grandes ventanas, sino porque ahí se ha entendido que Dios, con mayúsculas, solo se puede escribir así ofreciendo ayuda a los que menos tienen no por lástima ni caridad, sino por la fraternidad que debe de existir entre los seres humanos.
En un muro cuelgan, junto con su reconocimiento de Premio Chiapas, caricaturas del doctor, en una de ellas lo dibujan con su gran sonrisa, que no se le quita aún con las adversidades que se le han presentado.
Cuando se le pregunta si necesita algo, él sin dudarlo dice que lo que quiere es que los órganos que muchas personas están dispuestas a donar, como él, puedan ayudar a otros.
Jamás lo expresa, pero una forma de agradecerle al doctor todos sus años de lucha es que cada niño que curó, cada padre que le quitó una gran preocupación, cada alumno que enseñó, cada compañero con el que compartió, cada creyente que se sentó con él en la banca de una iglesia, cada persona con la que él se solidarizó ahora se una a su preocupación porque el sistema de salud del estado mejore. La lucha es nuestra.

Gilberto Gómez Maza, el “buen samaritano”


Texto: Sandra de los Santos
Caricatura: Enrique Alfaro/cortesia

Ya no tiene la fuerza física de cuando andaba en el movimiento estudiantil del 68, tampoco de cuando regresó a Chiapas y fundó el área infantil del hospital de San Cristóbal de las Casas con cunas hechizas, focos que servían para las incubadoras y tres niñas, dos con tuberculosis y una con anemia, dos enfermedades que se siguen viendo en el estado.
Tal vez tampoco tenga la fortaleza física de cuando en un debate entre cinco candidatos a la gubernatura fue el único que habló del movimiento indígena y la causa zapatista, el que dijo en voz alta “Yo solamente tengo un jefe, un único jefe y es el que está allá arriba, Dios”.
A Gilberto Gómez Maza sus capacidades físicas no lo limitan para seguir proponiendo, convocando, exigiendo, para seguir siendo ejemplo de lucha y solidaridad.
Hace unos días el pediatra de profesión, que ha curado las enfermedades de cientos de niños y muchas veces sin recibir nada a cambio, le escribió una carta pública al gobernador del estado ahí externa su preocupación porque los trasplantes de órganos en Chiapas sean una realidad, que el hospital pediátrico en Tuxtla Gutiérrez y Ciudad Salud de Tapachula sean utilizados al 100 por ciento, que los médicos sean capacitados para que se puedan hacer trasplantes en estos nosocomios.
Al doctor le cuesta platicar, le hace falta el aire, pero hace esfuerzos porque su preocupación ahora es compartir su interés porque en Chiapas la donación y trasplantes de órganos sea una realidad.
Sabe que la tarea no es fácil, pero pide que todos se unan a la petición, a sus aliados de siempre, pero también a los adversarios. El doctor no pide algo para él, sino para un estado al que hasta ahora no se ha cansado de servirle.
Tiene tiempo de no salir de su casa en donde la acompaña su familia, sus eternos aliados, un hogar que muchas veces dejó por irse a las comunidades a ejercer un oficio que para él siempre ha sido el mejor del mundo, la medicina.
Su casa es un lugar reconfortante, lleno de luz y no por las paredes blancas y las grandes ventanas, sino porque ahí se ha entendido que Dios, con mayúsculas, solo se puede escribir así ofreciendo ayuda a los que menos tienen no por lástima ni caridad, sino por la fraternidad que debe de existir entre los seres humanos.
En un muro cuelgan, junto con su reconocimiento de Premio Chiapas, caricaturas del doctor, en una de ellas lo dibujan con su gran sonrisa, que no se le quita aún con las adversidades que se le han presentado.
Cuando se le pregunta si necesita algo, él sin dudarlo dice que lo que quiere es que los órganos que muchas personas están dispuestas a donar, como él, puedan ayudar a otros.
Jamás lo expresa, pero una forma de agradecerle al doctor todos sus años de lucha es que cada niño que curó, cada padre que le quitó una gran preocupación, cada alumno que enseñó, cada compañero con el que compartió, cada creyente que se sentó con él en la banca de una iglesia, cada persona con la que él se solidarizó ahora se una a su preocupación porque el sistema de salud del estado mejore. La lucha es nuestra.

viernes, 24 de julio de 2009

Doña Obdulia, boticaria esotérica

SANDRA DE LOS SANTOS

El estante está atascado de botellas de colores con nombres sugerentes: “regresa a mí”, “separa amantes”, “tumba trabajos”, “hechizo gitano” y un sinfín de etiquetas que dicen en pequeñas frases, bastante implícitas, para qué sirven. Hay veladoras de colores, cada uno tiene un uso específico. Amuletos para cualquier ocasión, incienso de diferentes olores, piedras de distintos nombres y para diferentes tipos de necesidades; también hay canastos con mirra, estoraque y muchos productos para santería.
En el pequeño puesto del Mercado “Rafael Pascacio Gamboa”, ubicado en el centro de Tuxtla Gutiérrez, conviven por igual santos reconocidos por la Iglesia así como los que la propia gente se ha encargado de beatificar, aunque la jerarquía católica no los reconoce. La dueña del local tiene el cuidado de no revolver unos con otros, en lo alto de una repisa están las imágenes de Jesús Malverde, el hermano Enrique Verdi y de la Santa Muerte. En un anaquel que está más abajo está San Juan Diego, la Virgen de Guadalupe y San Judas Tadeo.
En este sitio, pasa la mayoría de las horas del día Obdulia Gallegos Velásquez, una mujer de 62 años, originaria de Tuxtla Gutiérrez y que desde hace 31 años, cuando se murió su madre, se quedó a cargo del local del mercado, uno de los tantos que hay en el centro de abasto que vende un montón de productos de santería y esotéricos.
Cuenta que el local empezó afuera del mercado y sólo vendían imágenes religiosas, pero después ampliaron el giro del negocio y metieron todo lo que tiene que ver con los productos esotéricos y santería.
Doña Obdulia dice que los productos han ido cambiando, antes lo que más vendían eran hierbas, ahora ya todo viene combinado en las botellas de colores y las veladoras.
Lo que busca la gente en este puesto bien puede servir para un estudio sociológico, y es que refleja bien la situación por la que pasa el país y el estado. Jesús Malverde, el patrono de los narcotraficantes, de un tiempo para acá es uno de los más socorridos, “antes no lo buscaban, yo ya lo había visto en el Mercado de Sonora, pero no lo traía porque ni lo conocían, pero ahora ya mucha gente lo busca aquí”, relata.
Afirma que con la crisis económica las ventas no han bajado, porque en estos tiempos hasta la gente que no acostumbra a comprar estos productos, busca amuletos para conservar su empleo o conseguir uno; piden lociones para llamar el dinero, compran imágenes de santos para mejorar las ventas, llegan con listas enormes que les dan sus brujos de cabecera para hacer un “trabajito” para la abundancia.
Pero en últimas fechas no sólo los “remedios” que tienen que ver con el trabajo y el dinero han sido más demandados, también los relacionados con la mejora de la salud.
Durante todo el año lo que más busca la clientela son veladoras, incienso e imágenes religiosas. De los productos que más vende son los relacionados con el amor y el dinero.
Doña Obdulia asegura que la mayoría de sus clientes compra para obtener beneficios propios y no para dañar a alguien. “Aquí tenemos de todo, para cualquier cosa que usted se pueda imaginar, pero la gente que viene buscando cosas para hacer un daño o sacarse uno ya viene con una lista que le da su brujo”.
Obdulia es una mujer devota de la Virgen de Guadalupe y fiel creyente de Dios, todo lo demás lo respeta, vive de ello; acostumbra a encender veladoras en su altar y sahumar su casa con la única intención de venerar a sus santos.
En su memoria tiene la fecha de festejo de cada santo y también cuál es su fuerte. San Judas Tadeo para el trabajo, el negocio y las causas imposibles; a Santo Tomás de Aquino hay que encomendarse para la educación; San Juan de Dios para las enfermedades; a San Valentín y San Antonio para el amor; para los políticos está Santo Tomás Moro, aunque muchos se han hecho muy devotos de Jesús Malverde; para los escritores y periodistas está San Francisco de Sales.
Obdulia conoce bien todos los productos esotéricos y de santería a fuerza de venderlos desde hace muchos años, algunas veces se atreve a dar recomendaciones, aunque la mayoría de la clientela sabe bien lo que busca.
Los que piensan que son las mujeres de clases sociales bajas quienes son más creyentes de la santería y las cuestiones esotéricas están equivocados, pues indica que al negocio vienen por igual hombres y mujeres de todas las clases sociales, de diferentes profesiones, con distinto estatus económico. Todos en algún momento tienen la necesidad de creer, de pensar que pueden hacer algo, más allá de lo terrenal, para mejorar su suerte, para darle la vuelta a su destino, burlarse un poco de la vida.